Conferencias y textos

El lenguaje en la escuela

Una mirada antroposófica

Por Janis Quevedo

En toda escuela el lenguaje nos permite abrir la puerta desde la cual las niñas y los niños de todo el mundo acceden al universo de conocimiento creado por y para los seres humanos. El cómo cada escuela articula sus prácticas para permitirle a sus niños ir al encuentro con la lectura y escritura propias de su idioma dependerá de la filosofía en la que dicha escuela se sustenta, de ello la importancia de la mirada que cada escuela tenga en torno al ser humano y a su aprendizaje, podríamos decir que así como el lenguaje nos permite abrir la puerta del conocimiento, la filosofía sustentadora de la escuela viene a ser el mapa que nos guía por el camino del saber. Esta es una de las mayores riquezas de nuestra pedagogía, que a diferencia de la pedagogía tradicional no se halla supeditada por los gobiernos de turno ni los dictámenes del mercado, pues ella se sustenta sobre la base de la Antroposofía, fundada por Rudolf Steiner, quien en el año 1919 funda la primera escuela Waldorf, dictando a su vez una serie de conferencias pedagógicas donde sienta las bases para un arte pedagógico terapéutico centrado en el desarrollo evolutivo del ser humano, esta mirada propone un camino de aprendizaje bidireccional donde estudiantes, maestras y maestros aprenden a la par, tomando como punto de partida para toda labor pedagógica el propio desarrollo de la niña y el niño para unirlo a su vez con el propio desarrollo evolutivo de la humanidad en todas las materias de estudio.

“La antroposofía es un puente entre el conocimiento y el arte, para recuperar la unidad de la ciencia y el arte que la humanidad tuvo en sus comienzos (Steiner, La educación y la vida espiritual de nuestra época, 2012). En este sentido, la antroposofía es una propuesta para estos tiempos actuales, que busca ampliar la visión del ser humano al campo espiritual, su propuesta busca la consciencia del ser humano y la conexión con lo espiritual para alcanzar la libertad”
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De modo que tenemos la puerta que es el lenguaje y el mapa que es la Antroposofía llevada por maestras y maestros y tenemos a las niñas y niños quiénes serán los exploradores que inician este viaje hacia un mundo desconocido, el mundo del conocimiento humano. Antes de su entrada al kínder la niña y el niño ya se encuentran inmersos en el mundo del lenguaje, como también desde antes de la invención de la escritura los seres humanos poseían un lenguaje propio, del que nosotros no tenemos vestigio, como no tenemos vestigio alguno en nuestros pensamientos de cuáles fueron las primeras palabras que pronunciamos, así también han sido inmersos en este mundo del lenguaje, en sus formas y sonidos mucho antes de tener plena conciencia de ello, esta aproximación temprana ha venido a ellos de la mano de sus madres, por ello a nuestro idioma de nacimiento le conocemos como lengua materna ya que es la madre quien nos transmite su propia lengua, es ella quien a través de su leche materna despierta nuestras fuerzas de pensamiento aún dormidas, la madre naturaleza obra a través de nuestras madres para despertar en nosotros el genio del lenguaje, así es como nuestra primera educación nos es dada por la naturaleza a través de la leche y más adelante será  la escuela quien nos deba educar anímicamente. (Steiner, 2017)


Los primeros intentos de habla en niñas y niños inician pasado el primer año y a los dos años comienzan a formar pequeñas frases, así logran lentamente darse a entender, ya a los tres años aprenderán palabras más complejas, formaran pequeñas frases y podrán comunicarse cada vez de mejor manera con sus padres y familiares. Todo este aprendizaje ocurre por imitación, de allí que los modelos en el habla han de ser los más idóneos, no solo en términos de vocabulario sino también en claridad y veracidad. Llegado el tiempo de ingresar a la escuela se espera que las niñas y niños que han seguido un desarrollo típico dominen alrededor de 20 mil palabras y que por supuesto puedan darse a entender no solo con sus padres, sino que también con otras personas cercanas. Cuando el niño ingresa a primero básico está preparado física y anímicamente para aprender la lectura y escritura de su propia lengua y también otros idiomas, en este momento de su desarrollo evolutivo 6/7 años el alma de la niña y el niño está viviendo o recapitulando la antigua cultura mesopotámica y egipcia de modo que para enseñarle este código de letras con sus formas y sonidos recurriremos a los dibujos, tal como lo hicieron nuestros antepasados quienes a partir de la imagen crean los primeros intentos de escritura la que más tarde devendrá en el alfabeto.

De esta manera la enseñanza de las primeras letras tendrá una base antropológica pero también artística, dado que es a través  del dibujo que se presentan las formas y a través de versos se presentarán los sonidos correspondientes a cada forma o letra, esta mirada artística para introducir las letras, hace revivir en el alma de la niña y el niño la etapa evolutiva que como humanidad vivimos y que nos dejó como legado el descubrimiento de la escritura, niñas y niños manifiestan todo su capital humano a través de los impulsos natos que para la edad descrita se expresan en su ímpetu artístico, ya que todo padre y maestro observador se habrá percatado que las ganas de dibujar y escribir a esta edad se dan de manera natural y nuestra pedagogía está atenta a estas fuerzas y de ella se sirve para guiar a sus niñas y niños en el camino del lenguaje escrito.

Imagen alfabeto pictograma “F”

Imagen alfabeto pictograma “F”

De modo que esta lengua que poseemos ha sido en sus inicios un regalo de la naturaleza y también la herencia de nuestras madres, más tarde se convertirá en una facultad, la que nos permitirá ampliar nuestra conciencia más allá de la experiencia de los primeros años, pues a través de las palabras podremos pensar el mundo (Kranich, 1980) Y una vez que hemos aprendido el código de escritura humano podremos aprender también todo lo que como humanidad hemos conquistado. Este aprendizaje del código se dará hasta el cuarto año escolar, donde se espera que niñas y niños ya lean y escriban de manera fluida, de aquí en adelante podrán iniciar el estudio sobre la lengua misma, es decir, la gramática vendrá a dar luz sobre el proceso del lenguaje oral y escrito, el que hasta este momento se ha dado más bien en lo inconsciente, las palabras despertarán entonces y hablarán por sí mismas expresando sus propias cualidades. De este camino podremos hablar más adelante.

Referencias

  • Kranich, D. y. (1980). La primera enseñanza de la Escritura y la lectura. México: Waldorf.

  • Steiner, R. (2017). El estudio del ser humano como fundamento de la educación. Bs Aires: Edición Internacional.

  •  Ilustraciones Maricarmen Cañas y Marcela González.

 

 

 

 

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