Conferencias y textos

Seres Elementales

ACERCA DE LOS GNOMOS

“Fomentadores de la vida”

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Ilustracion Maricarmen Cañas @benditapintura

LOS ESPÍRITUS  ELEMENTALES DE LA NATURALEZA

El Mundo Vegetal y los Espíritus Elementales de la Naturaleza. Séptima Conferencia. Rudolf Steiner / 2 de Noviembre de 1923 (Extracto)

 “La palabra cósmica no es una combinación de silabas: es el concierto de innumerables entidades”

El mundo visible, accesible a la percepción externa, y el invisible, integran un todo, lo que se pondrá particularmente en evidencia si desviamos ahora nuestra mirada de los animales a las plantas.

El mundo vegetal nos deleita, germina y brota de la tierra, y da origen a una sensación que hemos de calificar de misteriosa.

En el caso de la planta que aparece en la superficie terrestre en gran variedad de formas, y que, de manera misteriosa, se desarrolla a partir de la semilla con la ayuda de la tierra y de la atmósfera, hemos de suponer la presencia de otro agente para  que el mundo vegetal pueda manifestarse precisamente de la forma en que lo hace.

La planta hunde su raíz en el suelo. Quien se detiene ante lo que esto significa, el que penetra esa raíz con su mirada espiritual, y no puede ser otra, se da cuenta, al mismo tiempo, que lo elemental de la planta se halla circundado y circuntejido por donde quiera por Genecillos Elementales de la Naturaleza. Estos Geniecillos radicales, antiguamente designados como GNOMOS, los podemos observar con visión imaginativa.

Estos Geniecillos, una estirpe muy peculiar de la población terrestre: por de pronto, invisibles para la mirada externa, pero visibles su efectos, pues no podría formarse raíz alguna, si estos seres no mediaran entre la raíz y la tierra circundante. Son ellos los que ponen en circulación lo mineral en la tierra y lo transportan a las raíces de las plantas. Naturalmente, que en eso me refiero al proceso espiritual subyacente.

Estos Geniecillos por doquiera existentes en el suelo, que se sienten particularmente a sus anchas dentro de las piedras y rocas, poseen una espiritualidad interna, porque son enteramente función sensoria; no son otra cosa que sentido, que es, a la vez entendimiento, es decir, sentido que no solo ve y oye, sino que, simultáneamente con el ver y oír, entiende lo visto y lo oído; que por todas partes recibe, no solamente impresiones, sino también ideas.

El vegetal recoge los secretos del Universo, los hunde en el suelo, y los gnomos reciben últimamente esos secretos, extrayéndolos de lo que, a través de las plantas, espiritualmente se les instila (introduce). A partir del otoño y a través del invierno, se llevan consigo en sus peregrinaciones por rocas y piedras, lo que, de este modo, se les ha infundido, y se convierten en portadores de las ideas de todo el Universo, y las impregnan en la Tierra.

Penetremos las honduras de la Tierra, para percibir los gnomos en su ambular y serpear, luminosos custodios de la inteligencia cósmica, entes intelectivos en pureza; son enteramente inteligencia universal, que mira con cierto desdén a la imperfecta inteligencia humana. Los gnomos se ríen un poco de la inteligencia fatigosa y asmática con la que tratamos de captar las cosas, en tanto ellos no tienen ninguna necesidad de reflexionar; ven lo que es inteligente en el mundo y se ponen irónicos cuando observan el ajetreo del hombre para desentrañar esto o aquello. Dicen: “¡Se sabe todo solo con percibir! Los hombres son tontos porque tienen que empezar por reflexionar.

Los pensamientos simplemente existen; las ideas simplemente circulan por las plantas ¿Por qué los hombres no meten su nariz en la tierra, tan profundamente como la raíz de la planta, y dejan que se instile por su nariz lo que el Sol murmura a las plantas? ¡Entonces si aprendieran algo! Pues con lógica sólo se alcanzan diminutos fragmentos del saber” 

Así los gnomos son EL SENO DE LA TIERRA, LOS PORTADORES DE LAS IDEAS DEL UNIVERSO.Pero no les gusta la Tierra en sí; juguetean en ella con ideas del Universo, aunque odien propiamente lo terrestre; quisieran escabullirse. Lo terrestre amenaza siempre a los gnomos a que adopten cierta figura, a saber, la configuración de los anfibios, particularmente de las ranas y sapos. Por esta antipatía contra lo terrestre, los gnomos adquieren la fuerza de empujar las plantas afuera de la tierra.

Con fuerza básica repulsiva, los gnomos se apartan de lo terrestre, y este empujón determina la dirección ascendente del crecimiento de las plantas: la arrastran consigo. El que la planta, por una parte, arraigue en el terruño, y, por la otra, se yerga encima de él, se debe a la actitud de los gnomos frente a lo terrestre

 

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Gnomos

“Genecillos Elementales de la Naturaleza. Observados solo con visión imaginativa.

Mediadores entre la raíz y la tierra circundante, ponen en circulación lo mineral en la tierra.

Diligentes trabajadores otoñales e invernales, llevan consigo en sus peregrinaciones por rocas y piedras, las ideas de todo el Universo, y las impregnan en la Tierra.

Luminosos custodios de la inteligencia cósmica, entes intelectivos en pureza; llevan consigo la inteligencia universal, ven lo que es inteligente en el mundo.

Son EL SENO DE LA TIERRA, LOS PORTADORES DE LAS IDEAS DEL UNIVERSO.

Con fuerza básica repulsiva, se apartan de lo terrestre, determinando la dirección ascendente del crecimiento de las plantas”

 Síntesis poética, por Andrea Cortez

 

Acerca de otros seres elementales…

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Ilustración Maricarmen Cañas @benditapintura

¿Cómo se relacionan los elementales con un árbol?

Los espíritus elementales cumplen funciones muy importantes y variadas en la naturaleza y en relación a un árbol actúan así:

  • Los Gnomos actúan en el ámbito de la raíces, en  la conducción de las substancias minerales.

  • Las Ondinas colaboran a mantener el árbol a través de la circulación del agua.

  • Las Sílfides viven y actúan en la copa de los árboles, especialmente cuando florecen. Y las Salamandras actúan entretejiendo el calor  en la maduración de los frutos.

 Extraído de “Conversando con Árboles” Edit. Antroposófica

 

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